El arte siempre puede inspirar más arte y las películas son una buena muestra de ello; si nos fijamos bien, muchas de las películas más famosas de Hollywood tienen en sus escenas pinturas que todo amante del arte debería conocer. Algunas de ellas forman parte de la trama esencial de la película, pero algunas otras se encuentran ocultas detrás de nuestros actores favoritos o fueron inspiración para crear hermosas locaciones.
Actualmente, la belleza de las obras pictóricas en combinación con sus increíbles valuaciones, se han convertido en un símbolo de estatus transformando así su valor artístico en un lujo que cuelga de multimillonarios muros. En la trilogía Ocean’s Eleven (2001), la oficina de Terry Benedict (Andy García) está decorada con una famosa pintura de Gustav Klimt: Adele Bloch-Bauer I o La dama de oro (1907), valuada en $135 millones de dólares y comprada por Ronald Lauder, propietario de la Neue Galerie en Nueva York, donde se exhibe actualmente.